La muerte de Relacion Del Hombre Con El Mundo

relacion del hombre con el mundo

Es la alienación del hombre por el hombre es el hacer del hombre un mero objetum, reducirlo a una cosa-instrumental, la inhumanidad consumada. La urgencia sanitaria mundial ha evidenciado que hemos fallado en garantizar efectivamente los derechos humanos a la salud, al agua, a la vivienda y a un medioambiente sano. El presupuesto público tendría que reorientarse hacia ese propósito y la actividad económica redirigirse hacia la construcción de vivienda digna, centros de salud, distribución de agua potable y saneamiento. Además, debemos avanzar hacia ciudades bajas en carbono; invertir en transporte público eficaz y sustentable, así como substituir la utilización de fuentes fósiles por energía renovable. Además, se necesita reconvertir ocupaciones agrícolas para substituir prácticas como la agricultura industrializada y el uso intensivo de pesticidas.

Pero, ¿qué sucede cuando, además de la modificación de la mano, aparece un momento donde la máquina responde, donde hay un diálogo con un «interlocutor anónimo».El interrogante que expone Derrida es que, aparte del diálogo, hay algo que no sabemos sobre la máquina; no sabemos su función, y esta se transforma en un gadget ficcional. Pero Derrida no cuestiona que el objetivo de la máquina de escribir sea facilitar la escritura, sino su empleo, como el de algún otra máquina, crea, entre ésta y el hombre, nuevas relaciones, considerablemente más complejas, puesto que no sólo hay una intervención del artificio, sino una intencionalidad que le corresponde. Más bien, lo que sucede es «otra inducción, otra orden del cuerpo a la mano, y de la mano a la escritura»4. La iniciativa de que la máquina es ajena al hombre procede de un desconocimiento de la máquina y de sus potencialidades, más que de la composición de la máquina misma. Ciertos autores han distinguido entre la técnica y el trabajo y han considerado que éste es más fundamental que la primera. Simondon afirma que «el objeto técnico fué aprendido a través del trabajo humano, pensado y juzgado como instrumento, auxilio o producto del trabajo»3. Frente a ello ofrece el creador la iniciativa de una aprehensión directa de lo que hay de humano en la propia técnica.

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Se impidi� así, toda estrategia colectiva de pelea por la liberaci�n y rescate de sus formas y valores de vida, convirti�ndose adem�s en dependientes emocionales de las clases asumidas como superiores a ellos. La descontextualizaci�n de los procesos sociales se instala tanto en la ciencia como en la cotidianeidad, asumiendo las nuevas formas organizativas y de producci�n, como las derivadas de la evoluci�n natural de toda organizaci�n social, ahora fuera esta humana o de cualquier otra �ndole, conduciendo de esta manera a eliminar toda reflexi�n y cr�tica al sistema. Se asumieron adem�s, que las otras organizaciones humanas, si no estaban bajo esta l�gica, representaban atraso en el más destacable de las situaciones o desviaciones enfermizas en el peor. «Contribuir a la separaci�n era dividir fuerzas. Nadie cree en el derecho de los pueblos ind�genas y su aptitud para determinarse, por esto, la tesis ideol�gica mantiene que hay que dise�arles sus formas y en consecuencia tienen derechos, pero a recibir orientaci�n y direcci�n, asistencia, cobijos, integrarlos a la civilizaci�n». Situaci�n que no s�lo ha predominado el día de hoy d�a, sino que tomó caminos de intolerancia demasiado represivos. La posición asumida frente a las dem�s comunidades humanas que no participaban de las mismas concepciones fue de descalificaci�n y estigmatizaci�n.

Más allá de que es cierto que en el Rompimiento se separ� el hombre de su concepci�n de pareja con la Naturaleza, tambi�n se observaron y asentaron las bases para la Reconciliaci�n que se comenzar� a vivir en la etapa posmoderna. Entonces entonces, la era del Rompimiento alude a los cambios sufridos por el hombre en la construcci�n de su individualidad, que conllevaron reducciones onto-epistemol�gicas fundamentales para el sujeto y su percepci�n de la Tierra, como, en las postrimer�as de la misma, a su acercamiento consigo mismo y con su medioambiente. En verdad, la enorme escisi�n del pensamiento occidental entre el determinismo y la continua construcci�n de la vida, dio origen al nacimiento de la posmodernidad. Los supuesto epistemol�gicos asumidos en la �poca Actualizada, fueron consecuencia de los supuestos ontol�gicos de reduccionismo del ser, observado como dualidad mente-cuerpo y la concepci�n de linealidad de los acontecimientos del cosmos manifiestos en causa-efecto, aunados a la percepci�n que el individuo ten�a de separaci�n con los otros y de la naturaleza. La vida como objeto de conocimiento se llev� a la fragmentaci�n; el ser humano como ente separable se le trat� como objeto ahist�rico y mensurable y la Tierra como elemento de medici�n y experimentaci�n a su cosificaci�n.

El idealismo alem�n, a trav�s de Schelling, enf�ticamente renov� el criterio de teor�a como aquel que puede orientar verazmente en el obrar del conocimiento que se ha liberado de los meros intereses y se instaló en las ideas, adoptando cabalmente una actitud te�rica . Se permiti� con esto, que se estableciera la err�nea iniciativa, que incluso aun está presente en nuestros d�as, de que la ciencia y en consecuencia los investigadores, se mostraran como sujetos fuera de su contexto hist�rico y pol�tico, en consecuencia libres de intereses personales o de las fuerzas del poder. Los esfuerzos por legitimar las relaciones sociales impuestas por la clase hegem�nica y las nuevas cosmovisiones maquilladas de verdades extra�das de la ciencia positivista, se encarnaron en la definitiva revisi�n que se realiza sobre todo en el siglo XIX. Se crea la visi�n que la filosof�a de la historia hab�a dado de la tem�tica de la racionalizaci�n, al interpretar los progresos de la civilizaci�n en t�rminos darwinistas como evoluci�n de sistemas org�nicos . La naturaleza como la historia se revelaban a la postre como progresivas, llevando a errores de comprensi�n graves al confundir la herencia biol�gica con la adquisici�n social. La ciencia actualizada redujo el concepto de autoorganizaci�n a s�lo cambios f�sico-qu�micos de la materia inorg�nica, introduciendo aun a la vida misma.

A pesar de la \’derrama\’ de valores econ�micos como se�al de progreso y como estatus de desarrollo popular, tambi�n se generaron y sobrevivieron conciencias cr�ticas que enfatizaban y denunciaban semejantes supuestos axiol�gicos que llevaban a la Humanidad a un estado de inmediatez y alienaci�n no aceptada. Entre muchas de esas conciencias está Gramsci se�alando que «la �nica independencia es la \’responsable\’, esto es, la \’universal\’, en cuanto que se muestra como aspecto individual de una \’independencia\’ colectiva o de conjunto, como expresi�n individual de una ley» . La construcci�n de conocimiento del hombre y la vida por norma general generada por la f�sica actualizada, como se mencion� en p�rrafos anteriores, permiti� un cambio importante en la percepci�n que de la vida se ten�a, incidiendo en los discursos de intelectuales y cient�ficos. A fines del siglo XIX, brotaron personajes que denunciaban la relaci�n agresiva que el hombre se encontraba sosteniendo con la naturaleza y con el hombre mismo, as� como una jerarquizaci�n axiol�gica sustentada en la iniciativa de avance y avance que llega no del sujeto como ser, sino del hombre como cosa mercantil y la naturaleza como objeto de lo mismo. Merced a los avances en la f�sica, los cambios en la concepci�n de la realidad se empiezan a observar, dando paso de la fragmentaci�n para la aprehensi�n del objeto de estudio, al enfoque totalitario y holista del mismo.

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La Bioética reanuda la Filosofía de respeto de Hans Jonas como punto de partida, enseñándola a cada nuevo humano en el mundo y conservándola para los que ya lo habitamos. El virus SARS-CoV2 que generó una pandemia en el planeta, así como todos los problemas que tiene la humanidad con los virus, son resultado de una relación inadecuada con la naturaleza, explicó el estudioso en Ciencias Químico-Biológicas de la Universidad de las Américas Puebla , Alejandro Arias del Razo. MADRID, ESPAÑA (11/SEP/2016).- La relación del humano con la naturaleza está «al borde del precipicio», según la presidenta en todo el mundo del Fondo Mundial para la Naturaleza , Yolanda Kakabadse, en referencia al uso «poco a poco más acelerado» de los recursos.

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• De la misma manera, nos asisten a fundamentar la conservación de la riqueza florística en las comunidades y más que nada rescatar el conocimiento empírico que hasta hoy en día sigue siendo de gran utilidad para continuar en los avances de innovar nuevas tecnologías; tanto en la medicina, agricultura, horticultura, modelos textiles, productos productos cosméticos entre otros muchos distintos usos que en México siguen vigentes.

Siendo la transformaci�n de la naturaleza una acci�n cultural por medio de la ciencia y la t�cnica, es que �sta se comienza a ver mucho m�s deslumbrante para la Tierra y en tiempos tan cortos para ella, que dif�cilmente el proceso natural lo pod�a asimilar y manejar, comenzando a estar lejanamente equilibrada. «La fe del siglo XVIII en el progreso, tal como lo formul� Condorcet, comenz� desde la ciencia, y la del XIX a partir de la mecanizaci�n. La industria, que aport� esta mecanizaci�n con su chorro incesante de inventos, ten�a algo del milagro propio para excitar la fantas�a de las masas, más que nada en el per�odo de su más grande popularidad y expansi�n, la segunda mitad del siglo». Se observan las considerables transformaciones en el medio ambiente, producto de los inventos y t�cnicas bastante m�s avanzados que en la �poca antecedente.

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La técnica es, en todos y cada uno de los casos, un emprendimiento histórico-popular en el que se proyecta lo que una comunidad y los intereses en ella prevalecientes se proponen llevar a cabo con los hombres y las cosas. Históricamente, el encontronazo de la huella del ser humano en este planeta ha sido enormemente devastador, y muy superior al de algún otra especie que lo ha habitado. Se asegura aun que, en los últimos 150 mil años, desde que el Homo sapiens salió de África para poblar todas y cada una de las zonas de la Tierra, causó extinciones masivas y desastres ecológicos a su paso por cada conjunto de naciones. A las unas semanas de haberse globalizado la urgencia sanitaria causada por el virus COVID-19, uno de los comentarios más replicados fué de qué manera los ecosistemas se han regenerando debido al menor encontronazo de la actividad humana sobre , así como la manera en que ha disminuido la emisión de Gases Efecto Invernadero . Desafortunadamente, y por causas tan sólo atribuibles al autor, la continuidad de la serie (y la de la sección en su grupo) quedó rota hasta ahora, instante en que se presenta el segundo de estos productos, basado en la aparente contraposición entre lo natural y lo artificial en nuestra cultura y el impacto que tiene en la construcción de la idea de sustentabilidad.

La simplificaci�n y materializaci�n de ella y de su concepci�n onto-epistemol�gica y axiol�gica tom� cuerpo, cristaliz�ndose como rompimiento en las maneras de vida sostenidas por los sujetos con la Naturaleza. Quizá lo ocurrido nos haga entender al final que la salud de los seres humanos está intrínsecamente enlazada con la salud de los ecosistemas y que ambos conviven dentro de un mismo organismo, llamado Tierra.

As� como la percepci�n ontol�gica del hombre ante la vida se simplific� a su m�nima expresi�n y la epistemolog�a actu� en consecuencia, la axiolog�a se vio en relación a semejantes reducciones y materializaciones de la vida. El hombre se encontraba actuando bajo los supuestos del menor esfuerzo, incluyendo el cognitivo, pareciendo que tenía que ver con una involuci�n m�s que de una evoluci�n humana, pese a haber salido del dogmatismo de la �poca antecedente. Las ciencias llamadas precisas y naturales se hab�an creado de manera impactante, pero las sociales y humanas, se quedaron a la zaga por tratarse de reflexiones y construcci�n de conocimientos que no llevar�an a la utilidad, como ser�a la situacion de la filosof�a, la sociolog�a, la antropolog�a, por ejemplo.

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Créditos & citaciones.

Autor: Equipo de redacción, antonio1095 antonio1095.
Fecha de publicación: noviembre 27, 2020.