No identificado Declaraciones de hechos sobre Relacion Del Hombre Con El Mundo

relacion del hombre con el mundo

Habrá entonces que realizar una búsqueda de lo que conlleva el problema de la tecnología y no rechazarla a priori, sino rastrear su origen y transcribir su humanidad. Nos ha alcanzado el futuro maquínico en que la máquina domina al hombre y se hace presente el monstruo del cyborg. Si bien la tecnología apunta hacia el porvenir, más bien, como dice William Barret, nos remonta como mucho primitivo del ser humano al haber creado un demonio terrorífico, incontrolable, avasallador, que se manifiesta de manera paradójica como «amenaza y salvación». Es un étos, si se comprende por arte un mero impulso inventor, constructor, en donde el hombre saca de sí lo que coloca ante la vista; la creación artística por el arte mismo. Este étos técnico calculador, multiplicado por la ciencia, puede transformar al hombre mismo en materia de su sin límites creación.

Durkheim jam�s se percata que la conciencia del estudioso tambi�n esta constituida de referentes no te�ricos, como son los emp�ricos, m�gico-religiosos y art�sticos, siendo los te�ricos los que constituyen el bloque dominante. Sin embargo y más allá de que son dominantes estos �ltimos, los dem�s se encuentran presentes en el proceso indagador, esto es, la conciencia del estudioso no es un elemento que se logre dividir o dividir, sino que es el instrumento cognitivo con el que se apropiar� de la verdad.

Relación De Los Seres Humanos Con El Planeta

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El sujeto no solamente se observa y es observado de manera fragmentada, sino que adem�s se desliga de la sociedad donde se desarrolla tal y como si fueran dos entes distintos. «La vida social no puede tener otro sustrato que la conciencia individual; de no ser as�, le da la sensación de que flota en el vac�o» . Durkheim no percibe que los individuos son la encarnaci�n de lo que la sociedad es y la sociedad es lo que los individuos son.

Ciencias Sociales

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• Kakabadse considera que la condición de ratificar el acuerdo del clima de París no es esencial para accionar, dado que existen varios ámbitos «que están haciendo un esfuerzo muy, muy duro por mudar las formas de producción» sin haber firmado todavía, si bien sí cree que la firma es un momento que le da «visibilidad».
• Los sujetos alcanzan la madurez para saberse individuos, es decir, el hombre cognitivamente se lleva a cabo para observarse sujeto y se conoce otro distinto a los dem�s integrantes de la red social.

La diferenciaci�n epistemol�gica de que fue objeto la aprehensi�n de la realidad, conllev� a una diferenciaci�n entre la gente no vista con tal magnitud en los tiempos anteriores. En este momento los cient�ficos e intelectuales eran distintos del resto de la poblaci�n por el hecho de tener herramientas cognitivas m�s complejas que los dem�s. Sobre esto Arrillaga se�ala que «el esfuerzo por parcelar las facultades mentales y distinguir como completamente diferentes los distintos modos de responder al ambiente, se origina en una concepci�n mecanicista de la vida, la cual no explica los or�genes de los mecanismos y que únicamente describe etapas de una vida ahora constituida» . En el plano axiol�gico, evidentemente que se vieron tambi�n grandes cambios en la escala de los valores asumidos por los sujetos del modernismo, consecuencia de la postura ontol�gica observada para los humanos y la vida asumida en ese momento hist�rico, la que se vino destacando. Descartes ya hab�a sostenido que se deb�a negar toda autoridad que no estuviera sostenida en la raz�n que demuestra, dando la espalda a aquella que tuviese de base la tradici�n .

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En muchas etnias, la mujer aún sigue segregada en espacios de la educación, y su presencia en las ocupaciones científicas e incluso artísticas y profesionales se mantiene ajeno. Esto representa una pérdida de las potencialidades del saber y del conocimiento de estas mujeres, las cuales no consiguen crecer y desarrollarse de forma igualitaria en la vida social. Todas las novedades que el fenómeno de la inteligencia genera se condensan en lo que venimos llamando tecnosfera, de suerte que ésta no es el ámbito de lo artificial sino más bien el modo perfecto de ser real del hombre, que compone la verdad “física” a su situación “simbólica” y actúa creando su planeta. En los siglos posteriores, distintos fueron los componentes que sirvieron para apuntalar esta escisión, aunque entre debemos tomar en cuenta al derecho de roma, que cimienta nuestra moderna concepción del derecho a la propiedad, y el cristianismo, que asume verdaderamente el mandato “creced, multiplicaos, llenad la tierra y sometedla”. El hombre ha interrumpido el equilibrio ecológico del planeta con sus secuelas negativas para y otras especies, manifestándose de forma global; generando de este modo una crisis de sostenibilidad de la biósfera, lo que ha dado pie a un mundo donde abundan los derechos pero no las obligaciones individuales, como especie y bastante menos como “herederos de la creación”.

Nace y cobra instantaneamente una fuerza inusitada el capitalismo, derivado de la interpretaci�n ideol�gica de los procesos sociales conducentes a estimar a la sociedad como natural y a �ste como organizaci�n natural de exactamente la misma, bajo el falso supuesto de repetibilidad persistente de exactamente los mismos procesos en la naturaleza , en la �tica protestante de la profesi�n y en el sistema jur�dico moderno . Lutz enfatiza que Spencer apoyado en la teor�a de la evoluci�n de Darwin, protege la idea de la subordinaci�n prácticamente total de los individuos a las fuerzas naturales de progreso y de la concomitante subordinaci�n distinguida de los individuos entre ellos en el marco de una valoraci�n socialmente jerarquizada de sus destrezas personales.

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15.Al respecto Freire sostiene que la invasi�n cultural de la modernidad que han sufrido los invadidos de todo el planeta, ha frenado la creatividad y también inhibido la expansi�n de los pueblos, al grado de que los valores de los invasores pasan a ser la pauta de los sojuzgados. Por lo anterior, se considera favorable mostrar al lector conceptos de los desarrollos anteriores que dejen el link te�rico preciso para la comprensi�n y relaci�n con el alegato presente, as� como elementos hist�ricos para la contextualizaci�n de lo aqu� meditado. A lo largo de un buen tiempo, la relación estética se centró en la búsqueda y creación de la hermosura, de lo que implica como misterio en su creación; sin embargo, bastante de la expresión humana quedaría fuera de lo estético si solo se aplicara el criterio de la hermosura. Toda la crónica de la escritura fué dominada por la mano; aquí el inconveniente primordial es la introducción del aparato, es el movimiento paulatino de la mano, pero quizá lo que habría que cuestionarse no es la substitución, sino más bien la forma como se utiliza la mano, puesto que intervienen las dos manos y se utilizan todos los dedos. Si la técnica está estructurada con arreglo al trabajo y está pensada por una estructura lógica del éxito, no va a ser fácil desprendernos de esta visión instrumentalista de lo técnico, tal y como si tuviéramos que crear una nueva técnica y mudar la organización de la naturaleza. Según Habermas, el problema de la transformación del comprender técnico en conciencia práctica no únicamente ha variado el día de hoy de orden y de magnitud, o sea que no se disminuye a las técnicas de los oficios tradicionales aprendidas pragmáticamente, sino que ha adoptado la forma de informaciones científicas que pueden transformarse en tecnologías.

Hoy día, se han incorporado herramientas tanto cualitativas como cuantitativas para recabar y analizar los datos que se obtienen en una investigación etnobotánica; una de las más importantes es la entrevista. La entrevista permite establecer un vínculo directo entre el investigador y el informante, quien accede a compartir sus puntos de vista y más que nada, los conocimientos que fueron adquiridos de generación en generación en relación al uso de las plantas para obtener un beneficio o, de qué manera han incorporado el uso de las plantas en su historia diaria. En el momento en que la máquina rebasa los limites de la instrumentalidad, nos preguntamos ya no por su mera ocupación, sino más bien por la relación que se genera desde que esta altera nuestra percepción; en este sentido, no hablamos de una simple herramienta, sino de una prótesis. No solo surgió la oportunidad de reconstruir el cuerpo del hombre, sino se modificó la experiencia, dando sitio a experiencias a través del aparato. Si el avance técnico excede, y en cierta manera, traga al ser humano, puede aseverarse que la técnica misma y sus probables apps constituyen un dominio sobre la naturaleza, y los hombres un dominio metódico, científico, calculado y calculante. En el momento en que éste pasa, la inclinación es volver al estado de confort para evitar mudar la forma como hemos vivido. La promesa es que, quizá en esta ocasión sea diferente; quizá en esta ocasión, meses de confinamiento nos hayan hecho apreciar como humanidad no solo el valor del contacto humano, sino más bien del encuentro con la naturaleza.

Por ende, para intentar ofrecer respuesta a los retos de la sustentabilidad, no tenemos que fijarnos sólo en nuestro horizonte temporal, por el que somos “hombres del siglo XXI”, sino que debemos llevarlo a cabo asimismo en el horizonte de nuestra cosmovisión, por el que somos “hombres del siglo XXI con una cosmovisión occidental”. Estos 2 parámetros –el histórico y el de la iniciativa de planeta– son los que nos dejan ubicarnos en el modo perfecto de afrontar algún problema cultural, y la situacion de la sustentabilidad no es una excepción; desde los hallazgos que hagamos desde nuestro tiempo y nuestra cultura, podremos llevar a cabo propuestas sobre ella, tal es así que sean viables, congruentes con nuestra forma de pensar y compartibles con otras etnias.

No obstante, y consecuencia de la complejidad que se encontraba consiguiendo la ciencia, en tanto que se fue volviendo m�s abstracta y expresada en t�rminos matem�ticos en unos casos o filos�ficos en otros, salió desligando cada vez m�s de las conciencias ingenuas pertenecientes a la inmensa mayor�a de los sujetos. La ciencia queda fuera del alcance de estas conciencias ordinarias por no tener en su conciencia los referentes te�ricos precisos para apropi�rsela. Aunado a esto, las principales intranquilidades investigativas giraban sobre las ciencias exactas y naturales, no las sociales. Jer�rquicamente la escala del conocimiento humano se encontraba de la f�sica, a la qu�mica y despu�s a la biolog�a y algunos destellos hacia la psicolog�a . Tardar�n todav�a algunos a�os en que las sociología fuesen fundamento de indagaciones investigativas, a pesar de que Durkheim ahora hab�a alto a la sociolog�a al nivel de ciencia.

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Autor: Equipo de redacción, antonio1095 antonio1095.
Fecha de publicación: noviembre 27, 2020.